Desastres culinarios

Les voy a contar un secreto, y es que desde que me regalaron una máquina para hacer cupcakes o mejor dicho mini cupcakes no paro de hacer y de inventar y probar cosas nuevas. Pero claro, esto no siempre sale bien.

Primero probé con algunas de un libro que me regalaron de 200 recetas de cupcakes, y todo iba como la seda. Pero la veda se abrió cuando usé alguna receta del libro de Hummingbird Bakery y solo me salió una plasta.

A partir de eso sólo han salido bien y bastante ricas unas magdalenas que hice de plátano así a lo loco. Además de unas de preparado que es imposible hacerlas mal. Pero creo que debo aprender a que para hacer mini magdalenas no puedo usar polvos de estos que se disuelven en leche o agua. Así hice unas de cacao, con nesquik y fue un desastre, pero comestibles. Luego otras con unos polvos de vainilla de batido, sabían a gloria, pero seguro que hubieran quedado mejor como galletas. Y es que lo que salió no tenía ni forma, pero estaba tan bueno que nos comimos las migas. Finalmente las de esta semana fueron un desastre total y la peor pinta de todas. No hagan magdalenas con café instantáneo de café vienés.

A lo mejor es que esto es una regla de cocina o algo así y que yo sólo hago estas cosas hace poco. Pero no lo entiendo, porque yo antes seguía una receta de magdalenas de café con leche (llevaban café instantáneo) y salían buenísimas.

Solo espero que la próxima horneada salga bien, y tengo que probar una receta de cupcakes de zanahoria o de calabaza.

Y para finalizar enseño mi última adquisición relacionada con todo esto, y es que es tan mono y tan barato.