Catorce

Tras unas pocas horas de que empezara este nuevo año, vengo para felicitarlo y esas cosas que se dicen. Además de felicitar lo que quedan de estas fiestas aunque llegue un poco tarde.

Sobre el resumen de este año que acabamos de dejar atrás, creo que ha sido bueno. Puedo decir, y sin dudarlo, que ha sido un año lleno de cosas positivas, cosas que me han hecho crecer personal y profesionalmente, llena de personitas importantes. Unas llevan tiempo demostrando lo que valen y otras han venido recientemente y parece que para quedarse. Por supuesto, han ocurrido otras cosas que me han afectado mucho, quizá no negativamente, aunque sean situaciones negativas. Pero la conclusión de todo es que tengo preocuparme más por el presente y dejar que que todo fluya.

Si tengo que ponerme a pensar en los propósitos para este 2014, no valen la pena hacerlos. Al menos para mí, porque al final cumples uno o dos  (si te lo tomas en serio) y siempre coinciden en que son los mismos año tras año. Y para qué engañarnos, es un día más que pasa y sigues sintiéndote de la misma forma. Como cuando cumples la mayoría de edad y no paran de preguntarte cómo te sientes.

Por esto, sobre los propósitos, simplemente marquémonos metas a corto plazo, realistas y, lo más importante, que sean cosas que realmente quieras conseguir. No unas metas que como no se consiguen acaban frustrando. Porque siempre son las mismas cosas: comer mejor, hacer deporte, ser constante con x cosa, blablabla. Pues yo hoy ya habría incumplido esos propósitos.

Por supuesto que no niego que hay cosas que simplemente quiero hacer, me gustaría que fueran a corto plazo, pero quizá las cosas se tuerzan (o no) y por cualquier circunstancia se tengan que aplazar.

Bueno, a lo mejor todas estas reflexiones solo aburren y nadie está de acuerdo conmigo pero sólo espero una cosa del 2014: que me trate bien a mí y a todos los que quiero.

 

la foto

Heterogéneo

Algo que me encanta es conocer gente nueva y diferente. A pesar de que puedo no parecerlo, soy tímida al principio. Pero la timidez no sirve de mucho y a veces hay que comérsela con papas (pero no fritas que estoy a dieta xD). Me encantan esas oportunidades de conocer gente nueva aunque algunas no las aproveche por vergüenza. En ambientes como el trabajo juntas a personas a la fuerza que son muy distintas y que probablemente por prejuicios nunca se encuentren. Sin embargo, se encuentran y, sorpresa, se caen bien. Todos nos movemos por prejuicios, y el que mienta, peor para él. Y justo por eso el destino o como quieran llamarlo, tiene que darnos un pequeño empujón para descubrir que hay vida más allá de nuestras narices y de nuestra zona de confort. Hay gente distinta, de todos los colores y creencias, que tienen problemas totalmente distintos a los tuyos e incluso los mismos que tú y que te aportan cosas inimaginables. A veces me pregunto la razón de ser de los prejuicios porque no sirven de nada, sino para perderte cosas y personas que de verdad valen la pena. No estoy diciendo que de todas esas personas se conviertan en tu mejor amigo, sino en alguien que está ahí y que por mínimo que sea, aportará algo a tu vida.

benetton12

Locura

Últimamente estoy con la cabeza en cualquier lado menos donde debe y eso se nota (especialmente aquí).

Aunque mi locura o mis distracciones se deben a un par de cosas. La primera es que me he aficionado a los amigurumis gracias al curso online de Gemma, que por cierto recomiendo mucho si se quieren apuntar a alguno de ellos porque la chica se lo curra mucho (yo la quiero mucho pero soy bastante objetiva jaja) y no duden porque se le agotan las plazas en un momento. Pues eso, los amigurumis, cosa por la que he vuelto a hacer ganchillo. Pero es que también me ha dado por el punto de cruz. Y pensarán, qué hortera, esos cuadros con abecedarios y números. Pues no, a eso precisamente me niego. Odiaba esos cuadros que no tenían ni pies ni cabeza pero que tenían un abecedario con letras pomposas. Pero vi un kit en Etsy y me lancé de cabeza. Acabé el cuadrito en 2 días en los que no quería hacer otra cosa y ahí sigo. Estoy enganchada haciendo dos regalos para unos buenos regalos, uno es una bicicleta azul con una canasta de flores y el otro son los enemigos de Batman.

Lo otro que me tiene un poco ida es que últimamente me he planteado ese futuro profesional que viene después de mi título de licenciada. Y es que para los psicólogos la cosa está bastante jodida, hablando mal y para que me entiendan. Al final he decidido hacer algo que jamás pensé que haría, de esas cosas que siempre has dicho «NUNCA» y al final tienes que tragarte tus palabras. Creo que es la mejor decisión aunque a corto plazo es algo un poco tedioso. Pero el que algo quiere, algo le cuesta, y si encima es lo que quieres conseguir de verdad…

Y para terminar, hace tiempo (un montón, lo reconozco) Marian me nominó para un premio y tenía que contestar este meme:

Libro: El Psicoanalista
Una canción: More than words
Una ciudad: Nueva York
Una comida: Croquetas de pescado (no es por nada pero me salen riquísimas con la receta de mi madre)
Una bebida: Nestea
Mario o Luigi: Mario
Un color: Negro o violeta
¿Barra de labios o máscara de pestañas? No me gustan nada las máscaras de pestañas, así que una barra de labios
Una serie: Castle o cualquier sitcom
Una película: Mi vecino Totoro
Un básico en tu armario: unos vaqueros oscuros

Sobre este meme, aclarar que soy bastante variable en estas cuestiones y que quizá si lo contesto en un par de meses, es casi todo diferente 😉